La presoterapia es un tratamiento que se realiza para producir el drenaje linfático.
Se realiza con botas neumáticas, las cuales van incrementando el volumen de aire y su posterior vaciamiento en su interior realizando un masaje y drenaje desde los pies hasta el abdomen.
Está indicado para tratar diferentes tipos de afecciones como celulitis, la retención de líquidos, la obesidad y para paliar los síntomas de las várices. Las botas se van inflando desde abajo hacia arriba, generando así un vaciamiento de los vasos linfáticos y contrarrestando la acumulación y retención de líquido en los tejidos de las piernas, vaciando también el exceso de sangre en las venas, lo cual es muy beneficioso a la hora de tratar los síntomas de las varices y disminuyendo las inflamaciones.
Esta terapia más allá de ir disminuyendo los signos antiestéticos contribuye al mejoramiento general y a restablecer el buen funcionamiento del aparato circulatorio y de microcirculación, ya que promueve activamente la eliminación de toxinas y desechos metabólicos acumulados en la dermis y tejido graso. Tal efecto es fundamental para la eliminación del aspecto celulítico o piel de naranja.
Dinámica de las sesiones
La cantidad de sesiones y/o duración del tratamiento dependerá totalmente de la afección a tratar, del efecto esperado, y del criterio profesional de quien lo realiza.
En general se recomienda que al principio se realicen dos sesiones semanales y luego de terminado el tratamiento, cuando se perciben los logros esperados es recomendable hacer una sesión semanal de mantenimiento. Estas tienen una duración de 30 minutos.
El drenaje linfático manual es una técnica de masoterapia que se engloba en el campo de la fisioterapia y en las técnicas de masaje terapéutico que se dirige a la "activación del funcionamiento del sistema linfático superficial para mejorar la eliminación de líquido intersticial y de las moléculas de gran tamaño y optimizar su evacuación".
Se puede definir como una serie protocolizada de maniobras manuales muy suaves que, basadas en un profundo estudio de la anatomía y fisiología del sistema linfático, y se realizan con el fin de drenar o desplazar la linfa que por cualquier causa patológica se encuentra estancada a territorios linfáticos sanos para su evacuación normal hacia el torrente venoso.
La clave del éxito del Drenaje Linfático Manual está en el drenaje de las proteínas de los edemas linfáticos, que hoy por hoy, no son capaces de drenarse por medios instrumentales (por ejemplo, la presoterapia, que drena sólo líquido intersticial).
Aplicaciones
La aplicación fundamental del Drenaje Linfático Manual terapéutico está en el campo de la oncología para el tratamiento del linfedema, aunque es tratamiento de elección en el caso celulitis, edemas traumáticos o complicaciones linfáticas posteriores a una cirugía estética.
Las maniobras manuales son muy suaves y siempre indoloras para el paciente. El tiempo que dura una sesión es variable, desde 30 minutos para una zona específica a tratar hasta 60 minutos o más, para un tratamiento completo de todo el cuerpo.
El objetivo final, es activar la circulación de la linfa, para que ésta no se estanque ni se sature de substancias de desecho o gérmenes nocivos. Las manipulaciones específicas del drenaje linfático manual van dirigidas a favorecer el paso de la linfa hacia los ganglios linfáticos regionales superficiales.
Dinámica de las sesiones
La cantidad de sesiones y/o duración del tratamiento dependerá totalmente de la afección a tratar, del efecto esperado, y del criterio profesional de quien lo realiza. En general se recomienda que al principio se realice una sesión semanal (salvo criterio médico que indique más frecuencia). La duración de éstas puede ser de 30 o 50 minutos.
Muchas escépticas pueden creer que los masajes estéticos no son tan efectivos como muchos dicen pero la verdad es que son totalmente eficaces.
¿Por qué? Los masajes reductores son efectivos en primer lugar porque gracias a este la grasa acumulada en ciertas áreas de nuestro cuerpo como muslos o abdomen se van movilizando por lo que no queda localizada en nuestro cuerpo. Otra razón es que los masajes activan la circulación sanguínea mejorando nuestro metabolismo y eliminando todos los desechos de nuestro cuerpo de modo más efectivo.
Para que los masajes reductores den resultados más eficaces se deben acompañar con sesiones de drenaje linfático. Esto ayuda a que nuestro sistema linfático sea más rápido y trabaje mejor, logrando que las toxinas, muchas veces las causantes de nuestro exceso de volumen, se eliminen mediante la orina y las heces.
Los masajes reductores junto con las sesiones de drenaje linfático pueden hacer en cualquier parte del cuerpo donde quieras reducir centímetros: glúteos, piernas y abdomen son las principales áreas.
También es importante complementarlos con aparatología que ayude a cumplir con los objetivos propuestos, de esa forma se llegará mucho más rápido a obtener los resultados esperados.
Dinámica de las sesiones
La cantidad de sesiones y/o duración del tratamiento dependerá totalmente de la afección a tratar, del efecto esperado, y del criterio profesional de quien lo realiza. En general se recomienda que al principio se realicen de dos a tres sesiones semanales y luego de terminado el tratamiento, cuando se perciben los logros esperados es recomendable hacer una sesión semanal de mantenimiento. Las sesiones tienen una duración de 30 minutos.
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