Es una enfermedad bastante común de la piel que se caracteriza por el enrojecimiento de la cara (nariz, mejillas, frente y mentón), pudiendo a veces comprometer otras partes del cuerpo como el cuello y el pecho. En un principio ocurren episodios de enrojecimiento cada tanto y estos son de corta duración, pero con el tiempo suelen ser más frecuentes y duraderos.
La rosácea es una enfermedad que tiende a progresar y empeorar si no se establece el tratamiento adecuado. Afecta por lo general a personas adultas, es más frecuente en las mujeres que en los hombres, aunque en los varones se ven los casos más severos. Si bien pueden padecerla individuos con cualquier tipo de piel, suele darse en pieles más claras.
No. En la actualidad esta patología cutánea crónica que no puede eliminarse.
Pero sí podemos reducir la frecuencia o gravedad de los brotes, mediante cuidados diarios y tratamientos específicos.
En los casos de grado leve, la piel puede mejorar siguiendo unos hábitos adecuados.
Los remedios domésticos para cuidar la piel con rosácea son:
Evitar fuentes de calor directas (radiadores, chimeneas, etc.).
No tomar bebidas calientes ni alimentos picantes.
El café, el té y el alcohol pueden provocar vasodilatación, por lo que se debe evitar su consumo.
Elegir jabones, tónicos y otros cosméticos que incluyan fórmulas suaves no agresivas.
Secar la piel despacio, con toallas suaves y mediante ligeros toques, sin frotar.
Aplicar cremas emolientes o altamente hidratantes.
Las mejores cremas para esta afección cutánea son las que cuentan con principios activos con acción antiinflamatoria, calmante e hidratante.
Suelen ser productos específicos para pieles sensibles con tendencia al enrojecimiento.
Las sustancias activas más recomendadas para piel rosácea son, entre otros:
Aloe vera
Avena
Agua termal
Caléndula
Manzanilla
No
Se desconoce la causa de la rosácea, aunque parece tener un componente hereditario y ambiental.
Sí conocemos algunos factores de riesgo o desencadenantes de la rosácea, que pueden ser:
Pacientes mayores de 30 años, de piel clara y fina
Vivir en ambientes muy contaminados, con fuertes vientos o cambios bruscos de temperatura
Incremento del flujo sanguíneo del paciente. Es más común que se produzca un brote tras tomar alimentos picantes, bebidas calientes o alcohol.
Estrés psicológico. La dilatación de los vasos sanguíneos también tiene un componente emocional.
Determinados fármacos, especialmente los que regulan la presión arterial y otros que pueden favorecer la dilatación de los vasos sanguíneos.
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