Las manchas aparecen como consecuencia de la exposición solar, los cambios hormonales, el envejecimiento o incluso, debido a alguna patología. Principalmente el rostro, las manos y el escote son las zonas más afectadas por las manchas dando una imagen de envejecimiento cutáneo prematuro.
Para quitarlas de forma eficaz, es fundamental diagnosticar adecuadamente el tipo de piel y sus características, de esa forma se podrá establecer el tratamiento más adecuado. Nuestra médica o cosmiatra diseñará un programa de tratamiento acorde al paciente (tipo de mancha, sensibilidad y coloración de la piel) y de esa forma podrá tratarlas de la manera más efectiva posible.
La microdermoabrasión es una técnica ideal para mantener la piel joven, suave y limpia. Se obtienen resultados similares al peeling, pero de una manera menos agresiva, permitiendo retornar a las actividades habituales de manera inmediata.
Este procedimiento estético elimina las capas superficiales de nuestra piel, mediante una punta abrillantada que remueve y succiona las células muertas que la conforman. Esto promueve la regeneración celular, incrementando la producción de colágeno y con ello la elasticidad de la piel, logrando que la piel se sienta y se vea suave y uniforme.
Es ideal para que la piel se renueve naturalmente ayudando a eliminar cicatrices y disminuir arrugas, mejorar la superficie de las estrías y así como también ayuda a estimular la microcirculación sanguínea lo cual aportará más nutrientes y oxígeno a las células, lo que impactará directamente en una mayor producción de colágeno y elastina (piel más firme y joven).
Los resultados son inmediatos: los comedones (puntos negros) son ablandados de manera que son fáciles de eliminar. Las cicatrices de acné y las estrías son menos visibles, los poros dilatados y líneas de expresión son menos prominentes.
Indicaciones
Tratamiento
Las sesiones se toman una vez a la semana y tienen una duración aproximada de 45 minutos. Generalmente se precisan entre cuatro a seis sesiones, dependiendo de cada paciente y luego se realiza un mantenimiento una vez al mes, para mantener los resultados alcanzados.
¿Post tratamiento?
Seguir las recomendaciones brindadas por nuestras profesionales y nunca olvidar la utilización de protector solar.
¿Existen efectos secundarios?
No.
El peeling químico es una técnica utilizada para mejorar el aspecto del cutis. Consiste en la eliminación de distintas capas de la epidermis mediante la aplicación de un agente químico irritante o cáustico. Esto produce una renovación de las capas de la piel siendo sustituidas por otras nuevas de mejor calidad, con menos manchas y arrugas y mejor textura.
El peeling puede ser físico o químico, y según el agente utilizado se obtienen distintos beneficios. Entre ellos el aumento del colágeno que mejora las arrugas, despigmentación de manchas o el control sobre la grasa y bacterias en las pieles acneicas.
Se usan para mejorar el aspecto de la piel dañada por el sol, para la rosácea, disminuir arrugas, mejorar las cicatrices de acné o varicela y decolorar o eliminar manchas. Dependiendo del poder de penetración de la sustancia química se eliminarán más capas de piel. A mayor profundidad, mayores efectos pero también más riesgos. Aunque el peeling está indicado en casos de envejecimiento fisiológico o solar y para el tratamiento de manchas y acné, también puede emplearse como un medio para mantener una piel sana, tersa, libre de impurezas y luminosa.
Las sesiones se toman una por semana y generalmente son necesarias entre cuatro a seis dependiendo cada caso en particular. Tiempo de duración entre 30 a 40 minutos.
No, solo se puede llegar a sentir una picazón en el momento que actúan los ácidos.
Puede llegar a producirse una descamación de la piel (que es lo que se busca en el tratamiento la mayoría de las veces) y/o enrojecimiento en la zona tratada.
Seguir las recomendaciones brindadas por nuestras profesionales y nunca olvidar la utilización de protector solar cada 3 hrs..
Cierra los poros, atenúa las cicatrices originadas por el acné y las arrugas finas. Además, aporta uniformidad al tono de la piel y un aspecto más juvenil y saludable. Este tipo de peeling ayuda a controlar el acné, las foliculitis y las secreciones sebáceas, y pone a la piel en mejores condiciones para recibir cualquier tipo de tratamiento dermatológico.
Está indicado en el caso de envejecimiento solar o tóxico ya que actúa sobre las arrugas finas y de profundidad media y para controlar las manchas producidas por el sol. También se emplea como paso previo o complemento de muchos tratamientos como la microdermoabrasión, lifting o rellenos.
Con resultados espectaculares, el peeling profundo consigue actuar sobre las arrugas superficiales, medias y profundas, eliminar manchas solares y queratosis. Asimismo, produce la retracción de la piel, lo que ayuda a mejorar notablemente los problemas de flacidez.
Es uno de los tratamientos de exfoliación más suaves que existen, por lo que suele indicarse para las pieles más sensibles, oscuras o incluso con acné.
Este tipo de exfoliación se basa en el uso de productos naturales como aloe vera, calabaza, ananá y otras frutas, cuyas enzimas vegetales son capaces de penetrar la piel, deshaciendo las uniones existentes entre las células muertas y haciendo que se desprendan sin dañar las células vivas. Así facilita la renovación cutánea y la corrección de imperfecciones.
No roza la piel como los peelings mecánicos ni daña las células vivas como el peeling químico, motivo por el cual tampoco lleva aparejado ningún tiempo de recuperación.
Este ayuda a la piel a deshacerse de las células muertas, limpiar los poros y mejorar su textura y elasticidad.
Este tratamiento no contiene elementos ácidos, por ello sirven para equilibrar el PH de la piel. Así que no tiene efectos secundarios y es muy beneficioso para evitar la sensación de sequedad en la piel o evitar reacciones alérgicas.
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